El lateral barcelonista Aleix Vidal se dejó caer ayer por el Sánchez Pizjuán para ver el partido de semifinales de la Copa del Rey entre su exeequipo, el Sevilla, y el Celta de Vigo. No obstante, el nuevo jugador del Barça no tuvo suficiente con ver el partido sino que bajó al vestuario a fotografiarse con sus antiguos compañeros.
Ahora con el Barça clasificado para la final de Copa del Rey, no vieron adecuado en el vestuario azulgrana que su compañero fuese a ver al otro finalista y se hiciese fotos con ellos a la finalización del partido. El Barça quiere un vestuario serio y sin concesiones hasta final de temporada, los títulos ya están en juego.