Sergio Ramos se alzó tras las charlas de Florentino Pérez y Zinedine Zidane en el vestuario para demostrar su carácter ganador y único. El defensa de Camas pidió a todos los jugadores que esa noche pensaran seriamente en qué equipo estaban jugando y cómo podían ayudar para que todo mejorara.
El central alabó el corazón del equipo, quien tuvo 21 remates a portería sin éxito y que lo intentó hasta el final aunque el último arreón partió demasiado al conjunto, lo que provocó contras muy peligrosas del Betis. Sergio Ramos dijo que en 9 de cada 10 ocasiones ese partido hubiese sido suyo y que no hay que caer en el victimismo ahora.
Por último, Sergio Ramos llamó a la remontada recordando que ellos son el equipo más fuerte de Europa hasta que se demuestre lo contrario. El central demostró una vez más que es el corazón del madridismo. A los micrófonos ya se lo dejó claro minutos antes: "Me voy con la conciencia tranquila. El resultado no ha acompañado. Es un capitulo del libro pero no el final del libro".