La nueva oveja negra en el vestuario del Barça

La nueva oveja negra en el vestuario del Barça

22/03/2016

| Daniel Recio

Tensión. La convivencia de varios miembros de la plantilla con Marc-André ter Stegen está cogida con pinzas. La actitud del portero alemán cansa a sus compañeros, que lo ven como un generador de problemas que antepone sus intereses personales por encima de los del equipo. Una realidad que ha vivido capítulos de máxima tirantez en las últimas semanas.

Ter Stegen tenía muy claro este verano que las cosas serían diferentes a la temporada pasada. Llegó a Barcelona con la promesa de Andoni Zubizarreta, director deportivo del FCB entonces, de ser titular, pero dos años después Claudio Bravo sigue teniendo la confianza de Luis Enrique. La final del Mundial de Clubes, donde el chileno pasó por delante de Marc-André, fue la gota que colmó el vaso. A partir de ahí el ex del Borussia Mönchengladbach se aisló completamente, manteniendo una relación mínima con el resto de sus compañeros y tensando la cuerda con un Bravo que lleva meses sufriendo los desaires del germano.

Una situación que firmó un nuevo capítulo hace poco más de una semana a las alturas. Ter Setegen advierte: o juega más o se va. Así lo comunicó el agente del alemán a la ejecutiva azulgrana. No quiere seguir siendo el portero de las competiciones coperas, lo quiere todo. A sus 24 años cree que ya es momento de ser indiscutible en algún equipo, y si no es en el Barcelona lo será en cualquiera de las muchas ofertas que le llegan desde la Premier.

La reacción en la plantilla del Barça no se ha hecho esperar: si se va, no lo echarán en falta. En el grupo nadie discute su calidad, pero sí un carácter irascible que le ha otorgado al etiqueta de nueva oveja negra en el vestuario.

El grupo entiende que en el momento clave de la temporada, cuando se están jugando todos los títulos, Ter Stegen esté pensando más en si será titular la próxima campaña o no. El alemán no ayuda a hacer piña, merma el buen ambiente del vestuario y ese es el motivo por el cuál el equipo prioriza a Bravo. El ex de la Real es más querido por su proximidad y por su manera de ser. Por eso, y en caso de tener que prescindir de uno de los dos porteros, en la plantilla culé tienen claro quién debería de ser el sacrificado.

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