Al-Khelaïfi se mete en un marrón histórico... y que demuestra sus negocios más turbios

Tendrá que presentarse ante la justicia

Por si no tenían suficiente, el PSG tendrá que hacer frente a uno de los mayores problemas que se ha enfrentado nunca. Y es que en esta ocasión, quién está en entredicho es su presidente, Al-Khelaïfi, que se ha metido en el problema más gordo, y que puede tener graves consecuencias, tanto para él, como para el club.

La sospecha sobre los movimientos que hacían el PSG y su presidente siempre han existido. Cada verano, se dedicaban a reventar el mercado con total impunidad, moviendo enormes cantidades de dinero, y sin apenas vender, pero además, con los estamentos mundiales haciendo la vista gorda sin imponer sanciones ni aplicar el Fair Play Financiero.

Pero en esta ocasión, la cosa va más allá del club que preside. Y es que Al-Khelaïfi tiene un serio problema entre manos con la justicia, debido a sus negocios más sucios. Y es que han vuelto a reabrir el caso del que fue absuelto meses atrás. Según informa desde Francia, Le Parisien, el qatarí tendrá que presentarse en los tribunales del 31 de enero al 4 de febrero. Y es que la fiscalía de Suiza recurrió su absolución por “instigación a la administración desleal con agravantes”.

El foco está puesto en la concesión de los derechos televisivos para los mundiales de 2026 y 2030, y estaría siendo juzgado por "instigación a la administración desleal con agravantes". De hecho, creen que Nasser incitó a Jérôme Valcke, exsecretario general de la FIFA, y que además es el principal imputado en el caso, a no declarar ventajas indebidas. De hecho, este último se habría visto beneficiado por dar su apoyo a BeIN a cambio del “uso exclusivo” de una villa de lujo en la Costa Esmeralda de Cerdeña. Esta había sido adquirida por 5 millones de euros por una sociedad propiedad de Al-Khelaïfi.

El propio Valcke admitió la ayuda del presidente del PSG para financiar la “Villa Bianca” unos meses antes de firmar un contrato entre beIN y la FIFA sobre derechos en África del Norte y Oriente Medio de los Mundiales 2026 y 2030. Pese a ello, los dos acusados declararon que no tenían nada que ver las dos operaciones, que era parte de un acuerdo privado esa lujosa villa. Pero no dudaron en disparar asegurando que “pagar sobornos no tendría sentido, ya que beIN, el único que pujaba, pagó una suma de dinero muy alta de la cual la FIFA nunca se ha quejado”.

En una anterior sentencia, los magistrados ya calificaron esto como “soborno”, sin embargo, no pudieron condenarle por "corrupción entre particulares", ya que la FIFA retiró su denuncia por un acuerdo con Nasser que nunca se hizo público los términos del mismo. Por lo tanto, sólo pueden acusarle de "administración desleal".

Por lo pronto, la fiscalía suiza ha solicitado 28 meses de prisión para Al-Khelaïfi, de los cuáles, de 14 a 22 meses serían de prisión condicional. Sin embargo, tienen que demostrar que hay alguna relación entre la concesión de los derechos y la adquisición de la villa de lujo.