Alves confirma los amiguismos en Barcelona y programa su primera bomba en el vestuario

Dani Alves deja claro que viene a pelear por el puesto, lanzándole un aviso a los Dest, Mingueza y Sergi Roberto, mientras que también reitera que no lo hará pese a tener amiguismo con Xavi y Laporta.

Dani Alves fue presentado como nuevo jugador del Barça, a sus 38 años, tras llegar con la fórmula de 'agente libre'. El brasileño, eso sí, llega con ganas de dar mucha guerra. En su primer día como culé, pese a todavía no poder debutar ni tener ficha del primer equipo, el lateral ya ha programado su primera bomba de relojería.

Mucho se ha dudado (y se sigue dudando) de la labor de Xavi Hernández en el banquillo del Barça. En Barcelona, hasta los mismos directivos, dudan sobre si el de Terrassa es la persona indicada para limpiar el vestuario de vacas sagradas, como hizo Guardiola con los Ronaldinho, Deco y Eto'o, entre otros, y la duda sobresale, más si cabe, por la buena relación que tiene con Dani Alves, su primer fichaje en el Camp Nou.

Xavi ha sido el encargado de dar el OK final a la negociación con Alves, previa bajada salarial considerable, y el propio zaguero ha confirmado que tiene una gran amistad tanto con él como con Joan Laporta. Deja claro que hay amiguismos, sí, pero también reitera que quiere ganar de forma 'limpia' su plaza en el once titular.

"Vengo a guerrillear, a pelear por un puesto y ganarme el derecho a jugar. Y no por haber hecho historia en el club y tener una buena relación con el entrenador y el presidente, sino por mi trabajo", comentó Alves en la misma sala de prensa del Camp Nou tras pasar revista con los medios allí presentes.

Alves, a su vez, también dejó un aviso para Dest, Mingueza y Sergi Roberto, entre otros, con los que competirá por esa titularidad: "¿Los anteriores laterales? Yo soy especial. No hay nada como yo. En el Barça no vale con ser buen jugador. Hay que ser más que bueno. Yo no nací para ser segundo. Vengo a pelear, no a pasar el rato", sentenció. La bomba ya está programada en el vestuario. Alves llega pisando fuerte.