Araújo se pone farruco y amenaza a Piqué en el vestuario del Barça

Tensión entre los dos centrales

La tensión y los malos rollos han llegado al vestuario culé. Si tras la llegada de Xavi, y la tímida mejora en el juego, parecía que las cosas se estaban serenando, Araújo y Piqué son los protagonistas del último follón en Barcelona. Sin duda un serio contratiempo para el entrenador de Terrassa, que deberá lidiar con ellos lo más pronto posible.

Ya sabemos que con Koeman todo eran malas caras. Algunos jugadores no tragaban al holandés, como el caso de Riqui Puig, los pesos pesados le habían perdido el respeto porque no confiaban en su sistema y en su estrategia a la hora de plantear los partidos. Y todos esos roces, se estaban trasladando a un ambiente que cada vez estaba más próximo a explotar.

Finalmente tomaron la decisión de echar a Koeman, pero la llegada del egarense no ha mejorado mucho las cosas, aunque se empeñan en hacernos creer lo contrario. Lo vimos con la derrota en las semifinales de la Supercopa ante el Madrid, que cualquiera pensaría que el resultado había sido a la inversa, viendo los comentarios que llegaban desde la Ciudad Condal.

Pero además, cayeron eliminados en Champions, en Copa del Rey sufrieron para pasar de ronda ante el Linares, y en Liga están todavía más descolgados, dejando claro que su pelea esta temporada es la de entrar entre los 4 primeros, no pueden optar a más. Por si fuera poco, ya han aparecido las primeras grietas en el vestuario, que amenazan con acabar con la endeble estabilidad del equipo.

En esta ocasión, el lío viene con Araújo, que termina contrato en 2023 y todavía no ha renovado, y Piqué. El uruguayo quiere quedarse, y piensa poner facilidades para ello, pero no lo va a hacer a cualquier precio. Y es que con 900.000 euros es uno de los peores pagados de la plantilla. Cobra mucho menos que jugadores como Umtiti o Lenglet, y también Gerard.

Algo que no entiende, teniendo en cuenta que es el defensa más en forma del equipo, y el único que ha dado la cara a lo largo de la temporada. Se pudo ver en el último Clásico, donde estaba recién operado de la mano, y jugó con un aparatoso vendaje. En los despachos tienen total confianza en él, y lo ven como un zaguero con un largo recorrido, por eso no entiende como no le ponen encima de la mesa una oferta acorde con sus prestaciones, ya que se lo ha ganado sobre los terrenos de juego.

Por eso ha exigido cobrar lo mismo que el capitán culé en su próxima renovación. Quiere equiparar su ficha a la de otros jugadores que han ampliado su contrato en los últimos meses, como son Ansu Fati y Pedri, y que sí vieron mejorada sustancialmente su nómina. Ahora tienen que ser desde los despachos desde los que den un paso adelante, demostrando que la confianza que tanto dicen tener en el jugador es real, o si en sus planes prefieren priorizar a otros jugadores por delante del central uruguayo.