El sueño hollywoodiense de Enrique Cerezo con el Atlético

El sueño hollywoodiense de Enrique Cerezo con el Atlético

06/04/2016

| Pablo Leiva

Enrique Cerezo soñaba con un Atlético de Madrid de cine. Cuando llegó a la presidencia del conjunto colchonero en 2003 tras la dimisión de Jesús Gil y Gil no era todavía una persona muy conocida para el gran público. La figura de Enrique Cerezo estaba reconocida en el mundo del cine donde había comenzado como ayudante de cámara en la famosa película made in Cine de Barrio ‘Vente para Alemania, Pepe’ y posteriormente se había convertido en uno de los productores más importantes del país llevando a las pantallas películas de José Luis Garci, Vicente Aranda, Luis García Berlanga o Álex de la Iglesia, sin embargo, cuando cogió el Atlético el equipo estaba lejos de tener un futuro de película.

Pasado el centenario del club, ya de vuelta en Primera División, pero con más problemas que alegría Enrique Cerezo quiso llevar sus sueños de cine a la afición rojiblanca antes de que estos llegaran al campo con su mejor época de la mano de Simeone en el banquillo. Con un equipo que no era la sombra de lo que ahora, Cerezo consiguió un patrocinador de lujo: Columbia Pictures. La productora estadounidense estuvo durante toda una temporada con el conjunto rojiblanco y la marca Atlético dio la vuelta al mundo cada mes. Lo que ahora hacen las estrellas de cine yendo al programa de Pablo Motos, ‘El Hormiguero’, cuando pasan por España comenzó visitando Madrid para posar con la camiseta del Atlético.

En doce meses el Atlético tuvo en su camiseta publicidad de Spiderman, Policias Rebeldes 2, Gothika, SWAT, Hitch, Closer… y actores como Harrison Ford, Samuel L. Jackson o Will Smith se enfundaron la zamarra rojiblanca en una de las mayores acciones de marketing vistas en el fútbol español. Se acabó el patrocinio y KIA puso una morterada sobre la mesa para lucir en una camiseta que habían vestido varios de los mejores actores del momento. Desde entonces los actores ya no han vuelto a ser del Atlético, excepto Torrente, ese nunca falla.

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