Su fichaje se ha complicado sobremanera
En Barcelona tienen un único objetivo en el mercado que se ha convertido en una obsesión. Parece que conseguir el fichaje de Lewandowski es lo que centra todos los esfuerzos, al igual que ocurrió el año pasado con la renovación de Messi, y al final terminó como terminó, afectando a la planificación de toda la temporada, y este verano se podría repetir el fatal desenlace, porque se complica, y mucho, la llegada del polaco.
En la Ciudad Condal lo veían hecho. El delantero polaco ha anunciado públicamente su deseo de marcharse del Bayern y el Barcelona habría llegado a un acuerdo por él. Todo parecía encaminado, sin embargo los alemanes se han puesto duros. No van a regalar a su gran estrella y sólo le dejarán salir si llega una oferta que supere los 50 millones de euros. Una cantidad que las maltrechas cuentas de la entidad azulgrana no pueden asumir. Y más teniendo en cuenta que es un jugador que acaba contrato dentro de un año y podría salir gratis.
Pero se han encontrado con que a los germanos eso no les preocupa. Así lo ha asegurado su director deportivo, Hasan Salihamidzic, en Sport Bild: “Nuestra posición es clara en este asunto, el contrato de Robert se extiende hasta verano de 2023. Doy por hecho que veré a Robert en la ciudad deportiva cuando comience la pretemporada el 12 de julio”. A pesar de lo mucho que se ha dicho, siguen empeñados en seguir contando con Lewandowski una temporada más.
De hecho, se había informado que la llegada de Sadio Mané era la muestra definitiva de que estaban dispuestos a negociar, ya que con el senegalés se aseguraban tener a su sustituto. Pero parece que la idea que pasa por la cabeza a la directiva en el Allianz es otra. Llegará para complementar el ataque y ser el remplazo, pero de Gnabry, lo que hace que las cosas se compliquen aún más.
Salihamidzic se preguntaba en esas mismas declaraciones: "¿Necesidad de vender? No enfocamos el mercado así. Queríamos estimular deliberadamente la competencia en el equipo con Mané. No nos conformamos con nuestra eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Villarreal. Queremos reforzar la lucha dentro del equipo. El fichaje de Mané crea una situación nueva para todos los jugadores en ataque”.
Parece que han tumbado las expectativas de dejar vía libre a Robert para que fiche por el Barcelona. La llegada de Mané no es una insinuación de que le dejarán marchar, sino de todo lo contrario, que tiene que demostrar su valía, porque se va a quedar una temporada más, como poco, en el Bayern, y va a tener que pelear por el puesto de titular, si es que no quiere ver como se lo roban y se convierte en un habitual del banquillo.
Oliver Kahn, también habló en esos mismos términos en la presentación de Mané: "No nos entretenemos para nada con posibles ofertas por él. Lo único en lo que centramos toda nuestra energía es en el éxito del club y todos somos conscientes de lo que Robert es capaz de aportar a la causa. Tiene contrato hasta 2023 y es muy importante tenerlo en mente”. Un hachazo al Barça que deberá buscarse alternativas, ya que Lewandowski se aleja cada vez más.