Alguno está celebrando su marcha
El gran nombre del momento es Gerard Piqué. El central catalán anunció por sorpresa el pasado jueves que se retiraba del fútbol. Lejos de esperar a finalizar la temporada, se baja del barco cuando apenas contaba para Xavi, y con el equipo hundido en la Europa League.
Nadie se lo esperaba, y mucho menos a mitad de temporada, pero ha preferido colgar las botas antes que marcharse a otro club, o ver como se tiraba lo que restaba de temporada en el banquillo. Fiel a su estilo, hace las cosas a contracorriente, causando gran revuelo.
Pero lo cierto es que en la Ciudad Condal tendrían que estar celebrándolo, ya que si se llega a quedar, podría haber metido en un serio problema al club blaugrana por una cláusula que tenía en su contrato y que para el curso 2023-2024 suponía una bomba.
Y es que, si hubiera jugado al menos 45 minutos en el 35 por ciento de los partidos estaría renovado automáticamente, y su descomunal salario hubiera sido un golpe a la planificación, ya que les deja sin margen salarial. Pero al marcharse, pueden respirar tranquilos.
Por fin se acaba el culebrón con Piqué, aunque sea de una manera más que cuestionable, a destiempo, en mitad del curso y justo cuando las cosas peor pintaban, tras la eliminación de la Champions. Por lo menos desactiva una bomba en la Ciudad Condal