Haaland podría debutar en el Mundial de Qatar 2022 con Noruega y seguir los pasos de otras 5 leyendas.
Alarma temprano y niño durmiendo. Así se iba a entrenar cada padre futbolista, dejando de lado horas de crianza y momentos con su hijo. Pero en esos acotados tiempos que tenían, la pelota siempre rodaba en el living de la casa mientras el mayor continuaba entrenando y alimentándose, generalmente, de manera profesional. A pesar de estar con el babero y el chupete, el chico lo aprende. ¿Cómo no van a salir jugadores?
A continuación les traemos hijos que mamaron la pasión por el fútbol y llegaron a disputar un mundial, tal como le vieron jugar a papá:
Su mayor parentesco, además de ser melenudos, es haber disputado tres mundiales: Pablo, en Inglaterra 1966, México 1970 y Alemania 1974, y Diego, en Korea-Japón 2002, Sudáfrica 2010 -obtuvo la bota de oro de la competición- y Brasil 2014. El pie de Cachavacha poco tiene que ver con el del padre zaguero.
De corazón Txuri-urdines por la Real Sociedad, ambos tuvieron el honor de lucir la camiseta de su país y ser parte de un Mundial: Periko de España 1982 y el Maestro del 2006-2014 (tres ediciones), con el plus de haber alzado la Copa en 2010 como campeón. Quedan pocos mediocentros del calibre de estos hombres.
El desarraigo en esta familia no existe: Paolo aprendió de su padre la vocación del defensor, el amor por la Rossoneri, la exclusividad a la bandera de Italia y el semblante de lider. No le quedó nada en el tintero. Ambos fueron capitanes del Milán y disputaron mundiales con la Selección Azzurra: Cesarone jugó la Copa del Mundo 1962, mientras San Paolo participó en las cuatro ediciones entre 1990-2002.
Javier Nicolás Hernández Gutiérrez, el padre, y Javier Hernández Balcázar, el hijo: uno centrocampista, el otro delantero centro. Ambos participaron de la Copa del Mundo: el mayor de una edición (México 1986), mientras el pequeño de tres (Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018). El apodo más poderoso de México en la actualidad lo tienen ellos. ¡Chicharo nomás!
A pesar de ser parte de una Selección poco poderosa como la de Dinamarca dejaron su huella: fueron los dos porteros con lapsos más largos sin recibir goles. Desde 1995, Peter mantuvo 470 minutos con valla invicta y Kasper Schmeichel, superándolo, alcanzó los 495 minutos con el arco cerrado desde 2017.
¿El próximo será Haaland?