Los mayores robos culés de la historia (I): el escándalo de Stamford Bridge que asumió Obrevo

Los mayores robos culés de la historia (I): el escándalo de Stamford Bridge que asumió Obrevo

28/10/2021

| Manuel Calero

Muchos han olvidado lo que nos vendieron como gesta

Durante las últimas semanas hemos hablado de la mafia que tenían montada los azulgranas para salirse beneficiados de las decisiones arbitrales. Desde control de la prensa, y de las retransmisiones televisivas, haciendo que sus robos apenas se viesen por televisión, hasta presiones a árbitros para que piten mal al Madrid o incluso intentos de controlar las designaciones arbitrales, para tener a los más favorecedores para ellos en duelos clave.

Un entramado al más puro estilo Moggigate en la Serie A, que sin embargo, aquí en España apenas ha tenido repercusión y mucho menos consecuencias para los principales implicados, a pesar de las pruebas que había. Pero para ver todo mucho más claro, no hay nada mejor que poner ejemplos con los mayores robos culés de la historia. Y nada mejor que empezar con el escándalo de Stamford Bridge que asumió Obrevo y que ha quedado un poco en el olvido.

Por si no lo recuerdas, te ponemos en situación. Nos vamos a remontar en el tiempo, aunque sin necesidad de ir al pasado siglo. Temporada 2008-2009 semifinales de Champions. Barcelona y Chelsea se veían las caras en el partido de vuelta después de haber empatado a 0 en el Camp Nou. Las cosas se les ponían de cara a los ingleses después de que Essien les adelantase en el minuto 9 en el marcador, pero quedaba mucho partido por delante.

Y Obrevo no estaba dispuesto a que esto quedara así. Los blues seguían buscando el gol de la tranquilidad, pero no lo iban a encontrar. Y no porque no lo merecieran, ya que tuvieron hasta 4 oportunidades claras de encontrarlo. En 4 penaltis clamorosos que se fueron al limbo porque no vieron, o no quisieron ver los colegiados. El resultado final, con un gol de Iniesta antes del pitido final, fue de empate a 1 y la clasificación para la final de los culés. Desde entonces nos venden el partido como una gesta, aunque fue uno de los mayores robos de la historia.

Tanto es así, que años después, el colegiado, Tom Henning Ovrebo, admitió no estar “orgulloso de lo que ocurrió. No fue mi mejor día, la verdad. Pero esos fallos los puede cometer un árbitro, como un jugador o un entrenador". Era su forma de asumir el robo, en una entrevista en el diario Marca.

Los londinenses se quejaron de dos manos dentro del área. Una de Piqué y otra de Eto’o y no duda en admitir que "sí, fueron situaciones de manos. Yo las juzgué en el campo y creo que ya no interesa saber lo que opino de ellas una vez juzgadas, aunque entiendo que haya gente que opine distinto a cómo yo las arbitré".

Pero también pidieron penalti en una jugada en el minuto 23, en la que Alves impide el avance de Malouda, y tres minutos más tarde, en un clarísimo agarrón de Abidal a Drogba. Ninguno de los dos fue señalado y en palabras del propio colegiado, "es verdad que hubo errores en el partido y que quizá influyeron luego en el resultado”.

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