Motín muy feo (y muy grave) en el vestuario del Barça: "Se quitan las ganas hasta de entrenar”

Duras confesiones de un jugador culé

Se empeñan en aparentar normalidad. A pesar de que la temporada por el momento sólo se puede calificar de fracaso, tras perder la Supercopa, estar eliminados en Champions y hundidos en la clasificación en Liga, pretenden sacar pecho por la mejoría de los últimos partidos. Pero lo cierto es que todavía tienen muchos frentes abiertos y más problemas de los que les gustaría tener que afrontar. El último, un motín en el vestuario, que evidencia la deriva del equipo a lo largo de este curso.

Y es que han intentado tapar por todos los medios, todos los polvorines que iban surgiendo en el vestuario. Da igual que estuviese Koeman al frente del banquillo o Xavi, en ambas etapas han sido varios los problemas internos que han surgido y que han tenido que hacer frente, algunos de los cuales todavía está activos y por lo tanto pueden estallar en cualquier momento.

Uno de esos que han intentado ocultar es el de Álex Collado. El futbolista canterano, que se quedó sin ficha el verano pasado después de una jugada irresponsable por parte del conjunto azulgrana y que a punto estuvo de acabar con su carrera. Y es que después de no concretarse a última hora su cesión al Sheffield United, se quedó todos estos meses sin poder jugar, pero la cosa fue mucho peor.

Y es que ha concedido una entrevista al diario Marca, donde relata algunos de los aspectos más duros que ha vivido los últimos meses. Algunos de ellos muy graves y que han salido ahora a la luz. Confiesa que este tiempo de atrás “ha sido bastante duro a nivel psicológico. No sólo a nivel de fútbol, sino también en lo personal con la familia y los amigos”, recalcando lo difícil que es no poder competir sin estar lesionado.

Pero no pone el foco únicamente en el club, sino que también señala directamente a uno de los responsables de todos lo malos momentos que ha vivido. Y ese es Koeman, el técnico holandés que de cara al público tanto defendían a pesar de que eran conscientes de los problemas internos que estaba generando. En este caso, Collado asegura que “demostraba el nivel en mi equipo”, sin embargo, “la decisión era suya si no le gustaba o no sé qué le pasaba conmigo".

Aunque lo peor estaba por llegar, cuando ha confesado que “con Koeman a mí se me quitaron un poco las ganas de entrenar”. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un futbolista que todavía tiene 22 años y que se podían haber cargado su carrera. Y es que ha terminado diciendo que “yo estaba pasando una situación así y tampoco se dirigía a mí, ni hablaba ni nada”. Un hecho muy grave si tenemos en cuenta que seguía siendo jugador del Barcelona aunque no tuviese ficha.

Pero el club parece que tampoco hizo nada por ponerle remedio. Las prisas por inscribir a los nuevos fichajes los llevaron a sacarle fuera del equipo incluso antes de que se cerrase de manera definitiva su cesión. Le dejaron meses sin poder jugar y permitiendo que Koeman pusiera su carrera más en peligro todavía.