¿Qué fue de Pablo García? Uno de los jugadores más duros que ha pisado el Bernabéu

Su paso por el Madrid fue efímero

Si ahora alabamos la política de fichajes del Madrid, con grandes aciertos como Vinicius, Rodrygo, Camavinga o Tchouaméni, hubo un tiempo que costaba más dar con la tecla del futbolista ideal para que defendiera el escudo del equipo blanco, con algunos descalabros sonados en el mercado.

Pablo García llegó procedente de Osasuna, después de haber demostrado en el Sadar que era un gran destructor de juego. Sin embargo, era ideal para el estilo de juego rojillo, más propicio de embarrar los partidos, sin que se pueda jugar a nada, que lo que el Madrid buscaba, más creación.

Y si llegas con el cartel de ser el sucesor de Makelele la cosa se complica todavía más, ya que eso son palabras mayores. Sin embargo, no cumplió las expectativas, y tras una temporada repartiéndose la titularidad con Gravensen, y de recordarle como un jugador polémico y muy duro, salió cedido primero al celta y después al Murcia.

De ahí su carrera le condujo a Grecia, con buenas actuaciones en el PAOK Salónica donde estuvo de 2008 a 2014, hasta que fichó por el Skoda Xanthi con el que sólo jugó 3 partidos, para rescindir su contrato ante las pocas oportunidades que estaba teniendo de disputar minutos.

Su mejor etapa en el PAOK le llevó a ser el ídolo de la afición, que le pusieron su nombre a la calle del estadio. Fue entrenador del equipo sub-19 y después del primer equipo hasta 2021, con el que conquistó la Copa de Grecia y actualmente se encarga del equipo filial.