No cabe duda de que Florentino Pérez ha transformado al Real Madrid desde que regresó a la presidencia en verano de 2009. Además de los fichajes realizados durante más de una década, el presidente blanco tomó la decisión de reformar el Santiago Bernabéu. Aquella decisión fue muy analizada especialmente cuando otros clubes gastaron su dinero en múltiples jugadores, creando plantillas llenas de superestrellas.
El Real Madrid decidió desmarcarse de la corriente general e invirtió muchísimos activos en la creación del primer estadio del siglo XXI, un proyecto que está prácticamente terminado y totalmente operativo cinco años después. El tiempo empleado en transformar por dentro y por fuera el edificio sito en la avenida de Concha Espina le ha convertido en un referente del ocio y el entretenimiento mundial.
No solo por su nombre y todo lo que representa. También las innovaciones tecnológicas incluidas en su nuevo aspecto, como el videomarcador 360º. Pero el elemento más importante es uno que no siempre se ve: el hipogeo. Este complejo sistema ubicado en el suelo del Santiago Bernabéu permite conservar perfectamente el césped en planchas que se introducen bajo tierra y reciben el tratamiento adecuado. Ahora todos los equipos de la élite futbolística europea , una vez probada su efectividad, quieren tenerlo en sus nuevos estadios. Incluyendo al FC Barcelona.
Casi imposible de sortear
Pero el Real Madrid ha sido muy claro: si los responsables de construir el hipogeo quieren exportar ese modelo, deben pagar muchísimo dinero. El grupo de ingeniería Sener intenta evitar la cláusula de exclusividad acordada con el Real Madrid en 2020. Esa restricción impide que, durante 15 años, Sener implemente el hipogeo en cualquiera de sus proyectos. Una vez pasado ese tiempo, Sener debe consultar con el Real Madrid: la entidad blanca debe dar el visto bueno durante los 15 años restantes del acuerdo a cualquier copia del hipogeo del Santiago Bernabéu.
La exclusividad que el Real Madrid ha fijado sobre su hipogeo, un veto prácticamente infranqueable que se extiende en condiciones diferenciadas a lo largo de 30 años, marcará considerablemente la agenda de las reformas en los estadios de la élite futbolística europea: esperar tanto tiempo ahora que el Santiago Bernabéu ya está terminado es una pérdida considerable de terreno… y la concesión de una victoria más para el presidente del club blanco.
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