El crack que ahora triunfa en el Real Madrid -los números así lo demuestran- siempre ha sido un fenómeno. Desde que era niño se acostumbró a competir con mayores. Los entrenadores pronto apreciaron sus cualidades y le ascendieron de categoría por una sencilla explicación: “La suya se le quedaba pequeña”.
Ni siquiera aquellos con un par de años más, y que le duplicaban en tamaño y peso, podían frenarle. Lo de Brahim era comentado por todo el mundo. Los propios compañeros, padres que iban a ver los partidos, ojeadores… A nadie de aquellos les sorprenderá que hoy ese prometedor benjamín sea una estrella del Real Madrid.
“Era rápido, manejaba el balón con las dos piernas, asistía y marcaba con una facilidad impropia a su edad”, comentan a Defensa Central: “Por eso no tardaron en llevárselo de Málaga para dar sus primeros pasos en la élite". El resto es historia.
Sacrificio y trabajo diario
Su camino no ha sido fácil. Tuvo que hacerse un hueco en Manchester, en un país con otro idioma y cultura, después consagrarse en el Milan con el que ganó el Scudetto, y ahora en todo un Real Madrid. El club más laureado de la historia y rodeado de los mejores.
Por eso, los éxitos de Brahim, son los de todos los amantes del fútbol. Que sume 12 goles y 7 asistencias en este primer año desde que volvió es la recompensa al trabajo de tantos años. Del que vino de abajo y ahora toca la cima. Nadie le ha regalado nada. Puede decir, con mucha honra, que está a un partido de conquistar su primera Champions… Y las que le quedan.
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